Comuneros de Castilla contra Carlos V ó The People v. Gallí

Pocos acontecimientos históricos han tenido tanta resonancia en España como la lucha de los Comuneros. Este episodio forma ya parte de los mitos colectivos  y de la verdadera memoria histórica del pueblo español. El Reinado de Carlos V se inicia en España con una crisis muy grave, una guerra civil, una revolución: Las comunidades. Esta crisis es la culminación de una serie de dificultades de tipo económico, social y político con las cuales se enfrenta España. El pueblo se levanta.

Comentemos un poco de qué va el movimiento: el movimiento comunero se sitúa dentro de una doble problema:  económico y político. Coinciden con una crisis económica motivada por malas cosechas, epidemias, la presión fiscal, el autoritarismo del rey y sus nobles plebeyos… En definitiva, un sistema incorrecto de gobierno.

Este movimiento aparece específicamente como un fenómeno urbano, mucho más alfabetizado que la masa rural. En todas partes se movilizó al pueblo, mejor o peor organizado, mejor o peor encuadrado.

¡Comunidad, Comunidad! ¡Libertad, Libertad! En estas manifestaciones, que degeneraban a veces en una revuelta abierta, dominaba el elemento popular, que imponía la ley de su número, atemorizaba a las élites, al patriciado y obligaba a las élites a negociar y a bajar la cabeza.

Se ha precipitado la revolución, en parte gracias a mi post. Las masas urbanas se sublevan. Como en Menéame, el patriciado urbano en forma de administradores, verdadero origen de las revueltas, estaba acostumbrado a imponer sin trabas sus deseos. El patriciado de los tiempos del reinado de Carlos V podía comprender que el pueblo se rebelara, que se diera al pillaje, que asesinara, a condición de que volviera de inmediato a su sumisión respecto a las normas constituidas; pero el populacho organizado, discutió  los problemas del país en asambleas tumultuosas en las que la voz de un zapatero contaba tanto como la de un caballero, eso era lo que realmente les resultaba inadmisible. Esa intransigencia enferbecía aun más a las masas. Desgraciadamente, todos los historiadores coinciden en algo:  La revuelta no sirvió de nada.

Podría extenderme indefinidamente como el pueblo luchaba contra unos pocos, pero el verdadero significado histórico de las comunidaes  es que era una rebelión contra un soberano legítimo, contra el orden social.  Según ellos, fue un accidente lamentable, pero que cuya verdadera significación es que no tuvo realmente significación histórica mas que ser un precedente de la Revolución Francesa. Eso sí, ahora con «comunidades» designamos también una rebelión popular de tipo «popularen factionem» es decir, por imposición popular. 

La disertación viene como anillo al dedo para la página menéame.  Como un Carlos V, Ricardo Gallí, y disfrazado de Cardenal Adriano de Utretch, Benjam;  han publicado en su blog como indultan a los causantes de tal ajetreo mediático.

Tampoco éstos parecen muy convencidos de la medida; son cientos los blogs y medios que se han hecho eco de la situación,   «ban day» se ha llamado, en homenaje a nuestra querida marca de juguetes. Se han creado más clones satíricos en homenaje como «baneame.net»

Y es que la repercusión es tal que ha llegado al principal medio de comunicación por internet de nuestro país, creando los propios usuarios desde camisetas a grupos en facebook pero el administrador se niega a adoptar cambios en el sistema de la página.

Desde influyentes periodistas como Ignacio Escolar hasta personas que ejercen el think-tank de internet en España, Enrique Dans, todos ellos comparten su cierto desaire a lo sucedido en la página. También merece una mención al directo realizado desde la comunidad Twitter, que ha seguido los acontecimientos muy de cerca.

Gallí siente que es su página y se niega a aceptar cambios en ella.  Da, en definitiva, una visión paternalista a como se deben implementar cambios: por el mísmo. Haciendo gala de cierta arrogancia académica, expone que la página ya habido cambios, nimios por otra parte y sin consenso, además de sólo hace 6 meses.

Pero en esa comunidad las cosas se ven diferentes. Y es que es inadmisible que un foro mediático, altavoz de noticias y espejo de la realidad siga en poder de unos pocos.

Otro problema también siguen siendo las listas de sitios baneados «por múltiples clones». Esta lista oscura, que recuerda al MacCarthismo puro y duro, provoca que ciertas páginas web  contenidas en ésta no puedan ser indexadas al sitio. Siempre es criticable una lista no hecha pública de páginas web y sitios de opinión que no pueden ser enviadas a menéame, incluso antes de ser descartados.

El argumento esgrimido como  «problemas legales en manos de la abogada» no parece muy convincente en términos puramente jurídicos. En ninguna parte del Código Penal existen tales delitos como los nombrados en su blog.

En nuestro sistema legal existe el «derecho a la crítica«. Una opinión que puede molestar a aquel a quién va dirigida, aunque cause daños en la imagen y buena fama de la persona —incluso económicos—,  no tiene que servir de excusa para acudir a los tribunales para exigir una compensación. Los tribunales amparan este derecho a la crítica. Por este hecho son perféctamente legítimas  las columnas de opinión periodísticas, porque son una forma de hacer una crítica a la forma de gobierno establecida y sirven para formar la opinión de sus lectores.

La crítica de la comunidad  no se puede reducir ya a «no queremos  microblogging» o «no queremos más expulsiones». Tampoco es razonable, como dice E. Dans, centrarse en un tema de «descontento en la página – reducción de visitas», puesto que cuanto menos participen los usuarios —por su descontento— menor participación habrá a medio-largo plazo.

Resultaría un desvío de la atención centrarse en un problema en concreto de cualquier red social.  Pueden ser multitud de ellos. Facebook sabe bien de esto al dar a los usuarios la modificación de sus ToS.

Posiblemente las razones para tanto inmovilismo por parte de Gallí, resumido en su entrevista en alt1040 y olvidadas por muchos usuarios en sus berrinches, también estén en que menéame es una sociedad limitada, Menéame Comunications S.L.

Cualquier modificación substancial en la página pasaría también por comunicarlo al Registro Mercantil de Illes Ballears, puesto que según la legislación sería un cambio en el fin social de la empresa. Así, también tendría que intervenir el propio emprendedor Martín Varsavsky, dueño de un 10% de las acciones de menéame en la forma de su empresa Jazzya Investments S.L.,  que obtuvo más de 8 millones de euros de resultado en el último ejercicio.

Cada día vemos como los mismos usuarios proponen en los espacios de debate que la propia página ofrece cientos de mejoras al sistema que diseñó Gallí. No es baladí el problema, y es que en menéame se junta una verdadera comunidad de usuarios que en la «vida real» son diseñadores web, ingenieros informáticos y demás especialistas con conocimientos suficientes para entender que las cosas no se están haciendo bien o que, al menos, no existe consenso entre los usuarios y los administradores.

No se trata de refundar el código y dejarlo en mano de todos en una especie de Wikipedia,  ni lanzar a ton ni son propuestas; el espíritu de la revuelta es que los usuarios voten cuál debe ser la filosofía conveniente para menéame y su forma de gobierno, reclaman que no sea el propio Gallí quién imponga su visión en una suerte de dictadura mediática.

Sobre todo se trata de evitar negar al usuario la posibilidad de administración de su propio contenido,  y quizás convertir Menéame en una verdadera red social tipo «micronewsagency» al estilo de soitu.es.

Estoy seguro de que Ricardo Gallí es inteligente, «porque da clases en la universidad» remarcando más si cabe un argumento de autoridad para no modificar ni un milímetro el sistema general de la página.

Personalmente pienso todo lo que escriba yo o cualquier otro quedará en nada, en un suspiro: porque el verdadero objetivo de Menéame no es convertirse en un altavoz mediático ni ser una comunidad social.

Los medios de información tradicionales saben muy bien que son un negocio, pero tienen su línea editorial y nadie lo discute. La cuestión de menéame es complicada y de dificil encaje en un medio de comunicación tradicional.  Hemos de asumir que sin duda es un medio de información, pero un medio de información cuyos contenidos se crean entre todos sus usuarios. Por ello, sería inaceptable  que la página tenga una opción ideológica o editorial, prima la neutralidad ante todo.

Remarcar esto es importante, porque cualquier norma que permita la eliminación de contenidos creados por los usuarios se estará dando a entender que la página tiene una opción ideológica. Entonces es cuando los usuarios no tendrían que participar en ella, y sí pasaría a convertirse en un medio de información como cualquier otro. Con unas estrictas normas editoriales y de estilo que cumplir.

Pues bien, yo me he dado de baja. Seguiré consultando la página como cualquier otro medio, pero sin participar en ella. Recomiendo a todos que si quieren enviar sus noticias, lo hagan a través de algunos sitios mucho mejores orientados como cualquiera de estos otros que proponen los propios usuarios de menéame . También merece nombrarse  la iniciativa de un usuario de refundar meneame de sus cenizas, como un ave fénix, y crearlo entre todos como una verdadera democracia que merece ser.

P.D.: Gracias me_meneo_pensando_en_ti por tu blog-respuesta al mío que ha llegado a portada El Mundo. Lo conseguimos.

También me hacía  llamar fanboy en otros tiempos mejores. ahora solo soy un usuario de 6 dígitos.

Acerca de ingenierosocial

“El planeador parece ser muy sabio en su propia arrogancia; a menudo está tan enamorado con la supuesta belleza de su propio plan ideal de gobierno, que no puede soportar la más mínima desviación en ninguno de sus detalles. El lo diseña completamente en todos sus detalles, sin ninguna consideración hacia los intereses o prejuicios que puedan estar en contra del mismo. Parece imaginar que puede manejar a los miembros de la sociedad con la misma facilidad con que uno coloca las diferentes piezas en un tablero de ajedrez.” Carlos es un librepensador de 24 años que no practica la soberbia.
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4 respuestas a Comuneros de Castilla contra Carlos V ó The People v. Gallí

  1. Pingback: Bitacoras.com

  2. Sinceramente, que gran favor has hecho a la comunidad de menéame, y a gallir y demás. Vas a seguir entrando, aportando tu granito de arena a aumentar las visitas y el tráfico del sitio, y además vas a dejar de publicar comentarios erróneos, pedantes y mal estructurados. Si esto ha sido lo que ha cambiado en menéame tras el ban day, doy gracias a Dios o a quién sea. Aunque me temo que no tardarás mucho en volver, bajo otro nick, si es que no lo has hecho ya. Pero bueno, algo es algo.

    Por cierto, este comentario no tiene ni un pelo de ironía.

  3. No pongo en duda el mérito del artículo porque el tema está muy bien traído pero de los comuneros a los meneantes y de Gallir a Carlos V hay un rato largo.

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